Tomada de “La sinfonía de la palabra”
El astrofísico, fingía física afeminada con su físico, y el patafisico fisionaba fosos con fistulas finas de filólogos filiales a sus afines fiambres flagelados en finitos frescos, antes fosilizados cuando fecundados en falsas féculas forradas por falacias sin confianza, se fermentan en frutas formidables. La felicidad formó festejos cuando finalmente, afeó su frente y fingió funestas fiebres, como focos antes frívolos terminaron fervientes franqueando las flacas falanges de sus fantasías filosofales.
Carlos Hernández Guerrero (2011)
Imagen tomada del blog Investigación Astrofísica de Yenni Amstrong
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